Lide Hernandorena Largo
Hodei Tapia Rico
El curso está terminando y toca hacer balance. Como cada año, hemos vivido numerosas experiencias. Entre ellas, una que nos ha marcado especialmente: el proceso de debate y la votación para elegir la jornada escolar. El debate ha terminado, al menos para los próximos cuatro años. Y podemos decir que ha sido un proceso largo y duro. Es más, sufrimos que el Departamento de Educación quitara la palabra al profesorado y nos vimos involucrados en un debate visceral. Hemos tenido que aguantar mucho. Ante todo, queremos decir alto y claro que la esencia de nuestra profesión está en nuestro alumnado, y que en todo momento hemos priorizado su integridad y bienestar. Por ello, no podemos olvidar los intentos de cuestionar nuestros valores éticos y morales que hemos sufrido durante los últimos cursos.
Somos trabajadoras públicas y creemos radicalmente en nuestra profesión. Estamos orgullosas del trabajo que hacemos y de la función que desempeñamos en la sociedad. Igual que lo estamos del personal que trabaja en el sistema público de salud. Porque creemos que los servicios públicos son imprescindibles, el tesoro más preciado que como sociedad hemos creado. Más aún ante la embestida neoliberal que vivimos en la actualidad. Por ello, consideramos necesario actuar en su defensa y en la de sus trabajadoras y trabajadores. Reconocimiento y respeto, es todo lo que pedimos y merecemos.
En los últimos cursos la comunidad educativa ha invertido mucho tiempo y esfuerzo en el debate sobre el tipo de jornada escolar, chocando entre diferentes sectores. Sin embargo, el único que ha salido victorioso ha sido el Departamento de Educación, que sigue ignorando los cambios y mejoras que necesita el sistema educativo público: la lamentable situación del ciclo 0-3, las ratios, el exceso de interinidad, la sobrecarga burocrática, la pérdida de poder adquisitivo… Ahí está la clave para mejorar el sistema, ahí debe invertir todas sus fuerzas la comunidad educativa.
Las vacaciones de verano llaman a la puerta, pero en septiembre volveremos más fuertes, con la firme convicción de seguir luchando por conseguir todas nuestras reivindicaciones.
Nos volveremos a ver.